26 de mayo de 2010

Fio Estrella de mar.






"Bajo el agua percibo como los latidos de mi corazón joven producen círculos en la superficie"

10 de mayo de 2010

Volumen

Como la madre de Manuel tenía cuatro hijos que cuidar, habían nacido uno detrás del otro, no podía prestarles a todos la misma atención. Una tarde mientras la madre cambiaba los pañales de Debora, le hacía la comida a Leo y retaba a Sofía, Manuel se tragó la ruedita del volumen del viejo minicomponente y no pasó nada. Durante toda la escuela Manuel no tuvo ningún problema. Pero, cuando tenía 18 años, un día tan aburrido como cualquier otro, el pobre Manu, quedó sordo. Se le cerraron los tímpanos, nada. Silencio. Fueron de urgencia al médico. Mientras iban llegando Manu mágicamente recuperó el oído. Pero muy bajito, así es que decidieron igualmente hacer la consulta. Antes de entrar en el consultorio, Manu tropezó con un escalón y el sonido se magnificó. El volumen del mundo era ensordecedor. Escuchaba el latido de los corazones de la gente y la respiración de las mariposas. Los pasos en el pasillo de la guardia, eran un bombardeo. Con el tiempo, Manu logró manejar el volumen del mundo. Hoy, casado y con hijos, lleva una vida normal, pero cuando se aburre, sube el volumen de su oído y escucha conversaciones ajenas...